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"Desde la derrota, yo tuve que contener más a mi familia que ellos a mí"
Domingo, 6 de diciembre de 2015
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El ex candidato presidencial del FpV habló con Infobae de su traspié electoral y de su futuro en la política: en qué momento supo que perdía; cómo evalúa la reorganización del peronismo. ¿Cómo se baja al llano después de haber estado a un paso de ponerse la banda presidencial? ¿Cómo se explica lo que para muchos aún hoy es inexplicable? Daniel Scioli ingresa a la sala de reuniones de su oficina y se acomoda a la cabecera de la mesa para charlar con Infobae sobre el momento que vive luego del traspié electoral que postergó su sueño presidencial.
Se lo ve mucho más relajado, desligado ya de la presión diaria que le imponía una agenda diaria que se había vuelto insalubre. "Antes dormía cuatro horas, ahora seis o siete", cuenta con una sonrisa. Sin embargo, la procesión parece ir por dentro.
La sensación es que gobernador bonaerense aún está procesando el impacto de haberse quedado a las puertas de la Casa Rosada. Y todavía debe enfrentar una cruda y desacostumbrada realidad: el viernes estará fuera de la gestión pública por primera vez en casi dos décadas de carrera.
TENGO UNA MEZCLA DE EMOCIONES, FUE MUY FUERTE TODO LO QUE PASÓ; SÓLO YO SÉ LO QUE LUCHÉ, PERO LA GENTE ELIGIÓ UN CAMBIO
¿Cuál es su estado ánimo? ¿Cómo definiría su momento personal? Scioli escucha la pregunta y sonríe, piensa un par de segundos y responde: "¿En qué momento estoy? Hay una mezcla de emociones, es muy fuerte todo lo que pasó. Solo yo sé lo que luché, lo que trabajé y las ganas que tenía de que me dieran la oportunidad (de ser Presidente). Pero la gente eligió la alternancia, un cambio, y bueno... soy respetuoso de la voluntad popular".
El viernes, Scioli estará fuera de la gestión pública por primera vez en casi dos décadas de carrera política Nicolás Stulberg -Por qué no alcanzó, ¿todavía se sigue haciendo esa pregunta?
- Muchos podrían ser los análisis y las conclusiones, pero se decía que la diferencia iba a ser de diez puntos y sin embargo no fue así. El escrutinio final ratificó que en la sociedad se había creado una conciencia colectiva de defender sus propios intereses en función de lo que yo proponía. Creo que la gente percibió que di lo mejor de mí. Sólo yo sé la garra que le puse, el corazón, el coraje, la tenacidad... Y siento gratitud con los 12.200.000 argentinos que me dieron su confianza.
-¿En qué momento se dio cuenta de que la derrota era irreversible?
-Cuando se escrutó el 60% de la provincia de Buenos Aires. Todos los especialistas y las matemáticas indicaban que la diferencia se iba a achicar, pero era muy difícil pasar el 50%. Entonces con total responsabilidad llamé a (Mauricio) Macri para felicitarlo, desearle suerte y contribuir a la armonía y la paz social. Igualmente, no pensé que íbamos a quedar tan cerca.
No lo creía porque había ocho puntos de diferencia, siete, seis y ahí parecía que se quedaba. Después, escrutado el 99%, cuando se achicó a dos puntos y pico realmente fue... Dije bueno, el esfuerzo valió la pena, la gente entendió, me acompañó, porque hubo que contrarrestar con mucha militancia y compromiso. La mitad menos uno del país me dio su confianza.
NO CREÍA QUE LA DIFERENCIA SE IBA A ACHICAR TANTO, PERO PRIORICÉ LA PAZ SOCIAL
-Luego del resultado del ballotage, ¿tuvo que contener usted más a su familia o ellos a usted?
-(Piensa) Más yo a mi familia. Soy el hermano mayor, mis padres fallecieron así que soy el jefe de la familia.
-¿Encuentra una explicación sobre por qué la mitad más uno se inclinó por Macri?
--Posiblemente haya sido el entusiasmo del cambio. Ahora hay que ver qué representa... Dios quiera que sea para bien, que estén mejor los salarios, más baja la inflación, que aumente el consumo.
"Me van a ver allí, cerca de todos los argentinos", expresó Nicolás Stulberg -¿Hay que darle un período de gracia al próximo Gobierno?
-Ahí quiero ser muy prudente, esperemos las medidas que se toman y qué impacto tienen en la gente. Me preocupan los movimientos de precios, que tienen que ver con expectativa de devaluación o ajuste de tarifas. Nosotros tenemos que ser los garantes de que todo lo que hemos sostenido y el esfuerzo de haber remontado una situación muy adversa del país se proyecte hacia el futuro.
-¿Va a extrañar la posibilidad de tener un cargo en la gestión pública?
-Hay distintas maneras de seguir en el día a día, no necesariamente uno tiene que estar en la gestión; cuando uno está interesado en ayudar al país y a los compatriotas, lo puede hacer desde distintos lugares. Yo soy muy trabajador, muy inquieto y me van a ver allí, muy cerca de los que me dieron su confianza y en general de todos los argentinos.
DESDE MI IDENTIDAD PERONISTA VOY A TRABAJAR PARA AYUDAR A LA ARGENTINA
-¿Dónde va a estar el 11 de diciembre?
-En la Fundación de Desarrollo Argentino (DAR), un espacio que tenemos hace siete años y que funciona como nuestra usina de ideas y de pensamiento. Además voy a agarrar la lista de invitaciones que recibí e iré a la calle, de un lugar a otro. Me gustar estar donde pasan las cosas.
-¿Se imagina ocupando algún cargo o colaborando desde la oposición con el nuevo gobierno?
-Más que con un gobierno, con el país. Desde mi identidad peronista voy a trabajar para ayudar a la Argentina.
"El nuevo Presidente tiene que gobernar y nosotros trabajar desde donde nos puso la sociedad", afirmó Nicolás Stulberg -¿En qué momento está el peronismo?
-En un momento de reflexión, de asumir la responsabilidad desde el lugar dónde nos ha colocado la sociedad. Está gobernando muchos municipios, muchas provincias, al frente de organizaciones gremiales en defensa de sus trabajadores. Hay un espíritu de responsabilidad y de unidad, con el peronismo como eje central, pero integrando a otros sectores.
-¿Ese frente tiene que trascender al peronismo e incorporar otros espacios?
--Sí, las grandes epopeyas del peronismo fueron con un espíritu frentista, en el que convergen distintos sectores que están de acuerdo con la presencia del Estado y llevan adelante políticas que privilegian el consumo interno, la industria nacional y el trabajo argentino.
LAS GRANDES EPOPEYAS DEL PERONISMO FUERON CON UN ESPÍRITU FRENTISTA: HAY QUE INCORPORAR OTROS ESPACIOS
-En ese espacio, ¿usted en qué lugar se ve?
-Acompañando, con un espíritu de colaboración y muy comprometido porque ahora tengo más tiempo para la actividad partidaria. Desde qué lugar es un tema que se va a resolver con los gobernadores. No es prudente hacer especulaciones electorales ni partidarias, ni de las otras. Ahora el nuevo Presidente tiene que gobernar y nosotros trabajar desde donde nos puso la sociedad.
-Ahora que ya no tiene una agenda tan ajetreada, hay más espacio para la reflexión, ¿en qué se refugia?
-Yo soy muy activo, es muy difícil que me ponga así... Veré, veré, después del 11 de diciembre te cuento.
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