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Nuevo billete de $20.000 y la seguridad para evitar los falsos
Jueves, 14 de noviembre de 2024
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Hay en total ocho formas de darse cuenta si un billete es verdadero o no. El detalle de cada una de las recomendaciones del Banco Central. Tinta de variabilidad óptica: La representación simbólica de la Constitución Nacional, ubicada en el ángulo superior derecho, cambia del magenta al verde al inclinar el billete y presenta un efecto dinámico tridimensional.
Imagen latente: En el ángulo inferior derecho, un motivo ornamental revela las letras “RA” al observar el billete bajo una fuente de luz rasante. Motivo de complementación frente-dorso: En el ángulo inferior izquierdo, el valor “20.000″ se complementa con el reverso del billete, permitiendo su correcta visualización al ser observado a contraluz.
Identificación para personas con ceguera: El billete incorpora un código en relieve en los bordes verticales, perceptible al tacto, que facilita su identificación para personas con discapacidades visuales.
A esto se le pueden sumar algunas otras recomendaciones. En un billete verdadero se podrá apreciar una micro letra en la solapa del saco de Juan Bautista Alberdi.
Además, en el reverso la numeración vertical debe estar en tinta roja, con luminosidad roja a la luz ultravioleta. En lo que respecta a la numeración horizontal, la tinta es de color negro, con luminosidad amarilla a la luz ultravioleta.
Menor costo de emisión La incorporación de billetes de mayor denominación y la programación monetaria efectiva permiten reducir los costos directos del BCRA y los costos operativos del sistema financiero en su conjunto.
“Un billete de mayor denominación permite imprimir una menor cantidad de billetes para afrontar un mismo nivel de demanda de efectivo por parte de la sociedad. Menos billetes en la economía reducen el costo de reposición de cajeros automáticos y el tiempo de procesamiento en las sucursales”, explicaron desde el Banco Central.
“La programación adecuada de la adquisición de billetes mejoró los procesos de logística y de coordinación, reduciendo los costos de transporte a un quinceavo, al utilizar barcos en lugar de aviones. Para las entidades financieras, la distribución y el reabastecimiento de este billete serán más eficientes”, agregaron.
Por otro lado, desde la máxima autoridad financiera señalaron que la adquisición de billetes, a través de licitaciones internacionales competitivas, disminuyó el costo desde los USD 126 por millar de billetes en el contrato heredado con Casa de Moneda, a USD 48 por millar de billetes en la última licitación realizada en agosto. Esto representa un abaratamiento del 61,9%.
Finalmente, indicaron que “la confirmación de que el índice de inflación observado se encuentra en los niveles más bajos de los últimos tres años, a pesar de la puesta en circulación del billete de $10.000 (cinco veces la denominación del mayor billete disponible hasta ese momento) desestima el argumento de que aumentar la denominación de los billetes produce presiones inflacionarias”.
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