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Monseñor Larregain de la administración pública a guiar la arquidiócesis
Lunes, 14 de octubre de 2024
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El obispo auxiliar comentó cuáles serán los desafíos del próximo año. Habló de su ingreso a la orden franciscana y su llegada a Corrientes. En tres meses la arquidiócesis de Corrientes tendrá un nuevo arzobispo, que asumirá el cargo en reemplazo de monseñor Andrés Stanovnik. Aunque en el cargo será nuevo, es conocido por toda la comunidad católica correntina ya que desde 2020 se desempeña como obispo auxiliar. Se trata de José Adolfo Larregain, que asumirá su ministerio episcopal como arzobispo el viernes 28 de diciembre, en la iglesia catedral.
"Es una mayor responsabilidad la que se tiene. Pero en realidad algo nuevo no hay, es continuar haciendo lo mismo con los desafíos que nos va presentando la Iglesia en estos momentos", dijo Larregain.
Estos desafíos son tres: la sinodalidad, el jubileo y la asamblea diocesana.
"El de la sinodalidad se comenzó a transitar hace unos años y ahora casualmente se está llevando a cabo en Roma el sínodo sobre la sinodalidad. Eso va a marcar en las etapas venideras, dará criterios, y se profundizará este camino que nos pide la Iglesia de caminar juntos, con todos los desafíos de una Iglesia que tiene que ir ensanchando sus espacios para que haya mayor apertura, más diálogo", agregó.
Con respecto al segundo desafío, dijo: "El santo padre invita a que el jubileo del 29 de diciembre se inicie solemnemente en todas las diócesis del mundo, que durará todo el 2025 y finalizará en los primeros días del 2026. Es un jubileo ordinario que se abre cada 25 años".
El último, en cambio, es local y tiene que ver con la Asamblea Diocesana. "Es el camino que se está haciendo desde hace un año cumplido y vamos para los dos. Estamos en pleno cambio, son los hitos fuertes que marcan estos tiempos", contó.
Oriundo de la localidad de Adolfo Gonzáles Chaves, en el sur de la provincia de Buenos Aires, y con 58 años, Larregain será la nueva guía de la Iglesia en Corrientes. En este tiempo, acompaña a Stanovnik, quien en los últimos 17 años marcó su impronta en la iglesia local.
"Cuando ingresé a la orden franciscana, mi ideal era ser hermano, yo no entré para ser sacerdote. En la orden se tiene esa gracia de que se ingresa para ser consagrado, puede ser de clérigo o no. Lo importante es que seas consagrado religio y yo ingresé para eso, para ser consagrado un fraile. Después lo fui descubriendo en el camino, en la etapa de formación especialmente. En la etapa de formación de los ministerios lo fui viendo por discernimiento propio y en ese acompañamiento de las voces de otros que uno va escuchando", destacó.
Larregain reconoció que la designación como arzobispo coadjutor de la arquidiócesis realizada por el papa Francisco fue una sorpresa.
"Me sorprendió porque normalmente se suele mandar a otro lado a quienes son auxiliares y se designa a alguien con mayor experiencia o con más trayectoria, que es importante para estos casos. Yo vengo con solo 4 años caminados aquí en Corrientes", dijo en una amena entrevista realizada en la FM San Cayetano.
Contó que antes del llamado al sacerdocio trabajaba en la administración pública, y que el resto del día misionaba.
"Si bien yo había estudiado una carrera que nunca ejercí, la administración pública me permitía tener por la tarde horarios libres en lo que podía misionar con la Virgen de Schoenstatt. Podía visitar a familias y participar de la misa diaria", recordó.
Cuando llegó a Corrientes se encontró con una comunidad sumamente creyente, con incontables iglesias y capillas. "Me llevó dos años identificar cada lugar, llegar a cada parroquia desde la ruta, o los caminos que había que hacer para ir a un paraje y visitar alguna comunidad. Hoy voy sin problemas, pero primero tuve que aprender", expresó.
Con todo el camino recorrido, el obispo se prepara para la tarea que se aproxima en la iglesia correntina.
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