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Boudou, un desprolijo serial
Martes, 27 de junio de 2017
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El viernes 30 de abril de 1993, Amado Boudou y Daniela Andriuolo dieron el sí. El matrimonio quedó registrado en el acta 296 del tomo I del folio 1485 de la delegación 1 de General Pueyrredón, en la provincia de Buenos Aires. Boudou tenía 30 años. Era empleado de Venturino, una reconocida empresa de recolección de residuos de Mar del Plata que llevó a la quiebra años más tarde. Andriuolo, tres años menor, era profesora de baile.
Recién casados, se mudaron al departamento B del primer piso del edificio de Lavalle 2253, casi en la esquina de la avenida Colón, frente al mar. Un semipiso de cuatro ambientes con dependencia en una superficie de 200 metros cuadrados en el que la pareja convivió durante los cuatro años que duró el matrimonio. "Fueron durante estos 4 años que habitaron un departamento de características singulares por su extensión (más de 200 metros cuadrados) y cuyo precio al valor de hoy ronda los 400.000 dólares, conforme lo acreditamos con la tasación que al efecto realizara una prestigiosa inmobiliaria de la ciudad. Este inmueble, según dichos del licenciado Amado Boudou, fue adquirido por medio de un boleto de compraventa de fecha 30 de junio de 1997 al señor Víctor Ciccarelli, y formaba parte de la sociedad conyugal al momento de su disolución, sin que hasta la fecha se haya informado su destino", escribió Eduardo Andriotti Romanin, abogado de Andriuolo, según se desprende del expediente que tramitó en el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial 11 después de la demanda iniciada en octubre del 2010 por la mujer, que reclamaba una justa división de bienes.
Boudou no solo ocultó a su ex mujer la división de ese departamento que le adquirió a Ciccarelli, un conocido de la familia Boudou. Sino que durante el tiempo que lo habitó adeudó expensas e impuestos municipales. Pagaba los servicios de tanto en tanto. Ciccarelli hasta habría intentado desalojarlo: la propiedad seguía a su nombre porque la transacción nunca se había plasmado en los papeles. Hubo deudas impagas de por medio. Y reiteradas intimaciones por parte del consorcio del edificio, a muy pocas cuadras del departamento que ahora ordenan rematar de José María "Nariga" Núñez Carmona, socio del ex vicepresidente, en una de las zonas más exclusivas de Mar del Plata, como revela Infobae.
Boudou es un deudor serial. Fanático de la desprolijidad. A principios del mes pasado, el ex ministro de Cristina Kirchner se sentó por primera vez en el banquillo de los acusados en Comodoro Py, en el juicio oral y público ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 por la falsificación de los papeles de una cupé Honda Civic del Sol '92, que el ex funcionario inscribió años más tarde en un domicilio inexistente y cuyo ingreso a su patrimonio difirió según las declaraciones juradas presentadas ante la Oficina Anticorrupción durante su paso por la administración pública. Según Andriuolo, no fue otra cosa que una maniobra para no compartir los bienes tras el divorcio, decretado el 17 de marzo de 1998.
Amado Boudou durante una audiencia judicial (Adrián Escandar) Amado Boudou durante una audiencia judicial (Adrián Escandar) El ex vicepresidente es tan desprolijo como creativo. En uno de sus viejos documentos, fijó domicilio en el 3365 de la avenida Costanera, en la ciudad de San Bernardo, en el Partido de la Costa, donde fue secretario de Hacienda y Finanzas entre el 2003 y el 2006. En esa dirección no había nada: solo médanos. Después cambió a la calle Zado al 3200, en el barrio porteño de Villa Urquiza, donde nunca vivió. El año pasado, cuando empezó a tramitar la pensión correspondiente por su paso por la Vicepresidencia, tardó meses en darle prolijidad a los trámites.
En septiembre del año pasado, volvió a reincidir. El consorcio del complejo River View de Puerto Madero lo intimó por una deuda en el pago de expensas por el departamento de 91 metros cuadrados que posee en dicha torre -que no habita- y que adquirió en el 2008. Su amigo Núñez Carmona también fue intimado y le iniciaron acciones legales porque no mostró voluntad de pago. "Nariga" adeudaba en ese momento 93.485 pesos. En 2010 había declarado ante la AFIP un patrimonio millonario. Ambos son investigados por enriquecimiento ilícito.
Más allá de sus reiterados descuidos inmobiliarios y patrimoniales, la osadía mayor de Boudou lo encontró en la cima del poder K. Fue tan evidente que, como con el resto de sus maniobras, fue descubierto e irá a juicio. "Amado Boudou, junto a José María Nuñez Carmona, habrían adquirido la empresa quebrada y monopólica Ciccone Calcográfica, mientras Boudou era ministro de Economía, a través de la sociedad The Old Fund y de Alejandro Vandenbroele, con el fin último de contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y documentación oficial", escribió el juez federal Ariel Lijo cuando lo procesó por cohecho y negociaciones incompatibles, en junio del 2014, por el caso Ciccone.
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