Planta de energía renovable para el parque de Santa Rosa

Sábado, 8 de octubre de 2016

Nación avaló la oferta de la firma Papelera Mediterránea para construir una planta que utilizará como materia prima los desechos de la producción forestal y la industria de la madera.

La misma permitirá contar con energía permanente y superar los problemas ambientales de la zona.

Santa Rosa contará con una planta de generación de energía renovable en base a biomasa forestal (residuos de la producción de los bosques implantados y de la industria de la madera). La excelente noticia no sólo tendrá un impacto directo por la inversión de 25 millones de dólares sino por el tremendo desarrollo local y por la solución ambiental que significará para la zona, una localidad que quintuplicó su población en los últimos 15 años y tuvo un despegue industrial extraordinario pero anárquico a la vez.

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“Además de la inversión, esta planta permitirá atraer nuevos capitales y reorganizar las fábricas locales”, comentó a Ñande Ñu Afredo Vara, subsecretario de Industria de la Provincia. La misma se instalará en un lugar emblemático para el Gobierno de Ricardo Colombi: el parque foresto industrial de Santa Rosa, el primero construido en Corrientes y el único de estas características en el país.

La buena noticia se conoció luego de que el Ministerio de Energía y Minería de la Nación resolviera invitar a las firmas que participaron y resultaron airosas de la licitación para la generación de energía de fuentes renovables. En el listado figura Genergiabio Corrientes SA, firma perteneciente al grupo Papelera Mediterránea (con plantas en Córdoba y Santa Fe). Pero no fue todo tan sencillo.

De acuerdo a las documentaciones presentadas en la licitación, la planta generaría 12,5 MW y el precio ofertado sería de 110 US$MWH. Este valor es similar al presupuestado por el Ministerio de Energía. Sin embargo, dicho organismo aplicaría un índice de pérdida que implicaría un incremento del precio nominal ofertado de US$5. Ello dejaba a la propuesta por encima del precio oficial de referencia. Y esto hizo peligrar la adjudicación.

Y allí, el Gobierno provincial tuvo un trabajo a destajo en los diferentes niveles de la administración nacional, incluso el propio Gobernador envió una misiva al presidente Mauricio Macri para evitar que la adjudicación se cayera.

Finalmente se resolvió que se celebre el respectivo contrato si la empresa reducía en US$5 la oferta de la energía generada. Los inversores accedieron y el acuerdo podrá llevarse adelante. Ahora, sólo resta que manifiesten su voluntad en forma expresa a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA). Para ello tendrán tres días hábiles. Pero ya adelantaron que no hay inconveniente alguno para la rúbrica final.

Una vez que se culminen los trámites burocráticos y administrativos, será momento de comenzar con las obras. El inicio de la construcción está previsto para febrero de 2017 con un plazo de ejecución de 18 meses (prevén que para julio de 2018 estaría lista para el corte de cintas).

“Se trata de la inversión privada más importante del año en materia industrial en la provincia. No es sólo la inversión directa en la planta sino también la solución ambiental que traerá para Santa Rosa, al adquirir los residuos forestales. Y, a la vez, generará la posibilidad que dicha localidad amplíe su capacidad industrial que hoy está limitada, precisamente, por problemas en la provisión de energía”, comentó Vara.

Al respecto, la generación actual de energía está basada en plantas de fueloil, lo que hace ineficiente, caro y contaminante. Dicha planta desaparecería al momento de comenzar a funcionar la nueva.

Pero el beneficio ambiental iría mucho más allá. Actualmente, los residuos de los 60 aserraderos (viruta, aserrín, costaneros) en Santa Rosa son quemados a cielo abierto, lo que produce un alto grado de contaminación (el año pasado unos dos mil niños fueron atendidos por problemas respiratorios).

Precisamente, ese aserrín sería materia prima para la futura planta de generación de energía. Y el volumen no es despreciable: se calcula que se prende fuego unas 200 mil toneladas de desechos forestales.